NOTIVIDA, Año X, Nº 696, 1 de junio de
2010 La Plata,
Argentina LA IGLESIA CATÓLICA NO APOYA LA “UNIÓN
CIVIL” En una nota publicada en el día de la fecha por el
diario Clarín, el periodista Sergio Rubin afirma que la Iglesia en Argentina “apoya la unión civil para frenar el matrimonio gay”. Rubin
sostiene que la Iglesia tiene una “pretensión de máxima” y un “plan B” y que “la decisión de la Iglesia de apoyar la
alternativa de la unión civil tiene sustento doctrinal católico en el principio moral ‘del mal menor’. Por
caso, la encíclica ‘El Evangelio
de la Vida’, de Juan Pablo II -dice la nota- establece que los legisladores católicos
pueden apoyar proyectos menos reprobables desde su visión como recurso ante la
eventualidad de que sean aprobados otros más objetables”… “El tema viene siendo manejado en los
contactos que la comisión del
Episcopado para el seguimiento de los proyectos legislativos mantiene con
miembros de la Cámara Alta”. Sorprende
que el periodista haga esta lectura de una Encíclica que dice: La introducción de legislaciones injustas
pone con frecuencia a los hombres moralmente rectos ante difíciles problemas de
conciencia en materia de colaboración, debido a la obligatoria afirmación del
propio derecho a no ser forzados a participar en acciones moralmente malas. …
Para iluminar esta difícil cuestión moral es necesario tener en cuenta los
principios generales sobre la cooperación en acciones moralmente malas … desde
el punto de vista moral, nunca es lícito cooperar formalmente en el mal
(E.V., nº 74). Y aunque parezca perogrullada, el mal menor -al que alude
Rubin- antes que menor es
mal.
El objetivo de “máxima”
mencionado sería entonces la adhesión al Magisterio Auténtico, mientras que “el
plan B” sería la traición coyuntural al mismo Magisterio.
Por otra parte el propio titular de la Comisión Episcopal para el
seguimiento de los proyectos legislativos que Rubin menciona, Mons. Antonio
Marino, ha reiterado que “los argumentos de fondo sobre el
reconocimiento como ‘matrimonio’ a las uniones de personas del mismo sexo, se
extienden también a los proyectos de ley que intentan una legalización de tales
uniones a través de leyes de ‘unión civil’ o
similares”. A
continuación las reflexiones de Mons. Marino acerca
de las uniones
homosexuales:
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS
PROYECTOS: 1. Declaración Universal
de Derechos Humanos cuando reconoce “Los hombres y las mujeres, a partir de la
edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza,
nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia.” (año 1948, art. 16.1);
2. del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos donde se expresa “Se reconoce el derecho del
hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia” (año 1966,
art. 23.2 ) y
3. de Por tanto, las uniones de
personas del mismo sexo no tienen título jurídico para requerir la tutela del
Estado.
MODIFICACIÓN SUSTANCIAL DE
SOBRE LOS PROYECTOS DE UNIÓN CIVIL:
Los argumentos de fondo sobre el reconocimiento como “matrimonio” a las uniones
de personas del mismo sexo, se extienden también a los proyectos de ley que
intentan una legalización de tales uniones a través de leyes de “unión civil” o
similares. En estos casos, no se las puede equiparar al matrimonio, sin grave
injusticia contra el bien común y el derecho de familia, en especial por la
función pedagógica de la ley y por las diferencias esenciales existentes entre
la unión estable y abierta a la vida de un varón y una mujer, que es el
matrimonio, ya que las uniones de personas del mismo sexo, no se corresponden
con la complementariedad sexual propia de la naturaleza
humana.
SE AFECTA EL INTERÉS SUPERIOR DEL
NIÑO: La legalización de uniones de personas del mismo sexo vulnera el
interés superior del niño, criterio rector de la Convención sobre los Derechos
del Niño, pues incluye la pretensión de tener descendencia, ya sea naturalmente,
por técnicas de procreación artificial o por adopción. En este sentido, el niño
tiene derecho a crecer y desarrollarse en su dimensión psicosexual a partir de
la complementariedad entre varón y mujer. Tal legalización altera los principios
civiles que regulan la filiación matrimonial y sus presunciones. Los proyectos
pretenden eliminar todas las leyes donde se habla de “padre” y “madre”. No puede
experimentarse con los niños, máxime cuando se han señalado diversas
consecuencias negativas que podrían derivar de la sanción de estos proyectos de
ley.
BAJA INCIDENCIA DE UNIONES HOMOSEXUALES
Y DETERIORO DE Mons.
Presidente de la Comisión ad hoc
de seguimiento legislativo de la CEA _________________________________________ NOTIVIDA, Año X, Nº 696, 1
de junio de 2010 Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro.
Dr. Juan C. Sanahuja Página web: www.notivida.org Email:
notivida@hotmail.com Para suscribirse al boletín
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