NOTIVIDA, Año VII, nº 464, 4 de septiembre de 2007

Ciudad de Buenos Aires, Argentina

LAS PALABRAS CONVENCEN LOS EJEMPLOS ARRASTRAN

A propósito del caso del docente transexual que de buenas a primeras comenzó a dictar clases trasvestido en Tierra del Fuego, emitió una declaración el Consorcio de Médicos Católicos de la Ciudad de Buenos Aires.

Dicen los profesionales que el concepto de “género” es equivocado y arbitrario. Lamentan que haya sido incorporado en la legislación reciente y adoptado por las áreas de educación y salud pública en la Argentina. Reafirman que naturalmente sólo hay dos sexos y señalan que no puede invocarse la “discriminación” frente a realidades que responden a la ley natural.

Destacan que un docente no sólo instruye sino que además completa la formación que los educandos reciben en sus hogares, y que en esto priman sus condiciones morales; por lo que no puede estar al frente de un curso una persona de conducta notoriamente desviada.

Puntualizan asimismo que el homosexual goza de la misma dignidad que toda persona humana, lo que no implica desconocer que padece una anomalía que debe ser tratada.

A continuación el texto completo de la Declaración del Consorcio de Médicos Católicos:

CASOS DE DESVIACION DE LA IDENTIDAD SEXUAL

En la reunión del Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires del día 28 de Agosto de 2007, se aprobó por unanimidad una declaración referente a los recientes casos públicos de desviaciones de la identidad sexual en colegios oficiales y privados.

Ha sucedido en Gran Bretaña, que el director de un colegio declaró públicamente a las autoridades, padres y alumnado que había decidido ir a vivir juntos en forma íntima con un profesor del mismo colegio. En nuestro país -en Tierra del Fuego- ha sucedido que un profesor asiste a la escuela vestido con ropas y maquillaje femenino.

En ambos casos se ha invocado que lo que importa es lo que “siente” la persona y que el sexo no es lo biológico -de ser varón y mujer- sino los impulsos psicológicos y emocionales que lo atraen hacia otras personas del mismo o del otro sexo. Es lo que hoy denominan “perspectiva de género”. Este concepto tan equivocado y arbitrario es el que proclaman las organizaciones internacionales y ha sido mal adoptado por los organismos educacionales y de salud pública en la Argentina. Incluso esta desviación de lo natural y fisiológico, es lo que se ha incluido en las últimas leyes nacionales y provinciales llamadas de Salud Reproductiva (ley 25 673), de Educación Sexual escolar obligatoria (ley 26 150) y de Educación Nacional (ley 26 206).

Pero lo real, natural, biológica y científicamente cierto, es que sólo hay dos sexos: varón y mujer. Se hallan determinados específicamente en forma genética, cromosómica, cromatínica, gonadal, hormonal, anatómica y fisiológicamente.

Ante la reacción adversa de muchos padres a esas situaciones anormales en las escuelas, las autoridades han invocado leyes nacionales y convenios internacionales que prohíben la discriminación contra personas e ideas. Esta es una interpretación absolutamente incorrecta. La discriminación es algo que no debe permitirse por motivos de sexo, raza, costumbres, pensamiento, etc. Pero no se puede invocar discriminación, cuando se vulneran derechos naturales. La libertad y los derechos de las personas, ceden ante la libertad y derechos de los demás.

Especialmente en las escuelas, no debe existir discriminación a los alumnos y a los profesores, pero hay límites bien netos que no deben ser traspasados, cuando se afecta la psicología, emotividad y conducta actual y futura de los educandos. En el colegio se da información, pero es además igualmente importante, completar la formación que los chicos aportan desde sus casas. Una de las características y valores más destacados que los maestros y los profesores deben dar a sus educandos, es una imagen adecuada de lo que antropológicamente deben ser las personas humanas y el ejemplo de conducta en sus actividades. Eso es justamente, dar ejemplo con sus vidas ética y moral correctas.

Es absolutamente inadmisible que en las escuelas o colegios, la autoridad o los profesores con fuerte alteración de su personalidad -y la conducta sexual es parte de ella- se presenten y actúen ante sus alumnos. Ello es incorrecto pues son modelos de conducta desviada. La homosexualidad y el travestismo son conductas anormales que deben ser tratadas. A los que las sufren, hay que considerarlos como personas humanas con la dignidad que eso significa, pero no se los puede poner como docentes frente a los alumnos.

La educación es responsabilidad de los padres y el Estado tiene un muy importante papel supletorio y complementario. Pero es indispensable que siempre se respete la patria potestad de los padres y la dignidad y el futuro equilibrio psicoemocional de la sexualidad de los alumnos.

 Destacamos finalmente, que en estos temas tan íntimos que afectan a la persona humana en su cuerpo y en su espíritu, el Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires se refiere a la ilicitud de los hechos y no le corresponde juzgar a las personas que son actores de esas situaciones.

Dr. Carlos CARRANZA CASARES, Presidente

Dr. Carlos Abel RAY, Vicepresidente

Dra. Susana P. de VAUCHERET, Secretaria

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NOTIVIDA, Año VI, nº 464, 4 de septiembre de 2007

Editores: P. Juan C. Sanahuja y Mónica del Río

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