NOTIVIDA, Año VI, nº 372, 3 de julio de 2006

Cámara de Diputados de la Nación

EDUCACIÓN SEXUAL LLEGARÍA PRONTO AL RECINTO

Por Mónica del Río

La semana pasada la Comisión de Educación de la cámara baja le dio dictamen al proyecto que crearía el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, lo trata mañana a las 16hs. la comisión de Familia, con lo que quedaría habilitado para ser debatido en el recinto. La educación sexual sería obligatoria para todos los alumnos -de todos los niveles- que asistan tanto a establecimientos de gestión pública como privada. El proyecto desconoce los derechos naturales de los padres y no les permite exceptuar a sus hijos de estas clases.

El proyecto

Todo educando tiene derecho a recibir educación sexual integral, entendiéndose por tal la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. (art.1º). Es decir, es otro avance totalitario disfrazado de “derecho humano”, que se corresponde con los reiterados reclamos del Ministro de Salud, Ginés González García: “no hay información en las escuelas” (…) "es imposible seguir con esta discriminación educativa donde haya personas que no sepan los riesgos que corren” (vid. La Nación 28-10-2005)

Entre los objetivos del programa están: “la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados”; “promover actitudes responsables ante la sexualidad” y “prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular” (art.3º). En toda ley los objetivos suenan loables ¿quién escribiría lo contrario?; pero si contextualizamos los enunciados en las campañas del Gobierno, es fácil advertir qué entiende el oficialismo por “actitudes sexuales responsables” o cómo intentará “prevenir los problemas” en materia de salud reproductiva. La deducción se torna inmediata, para cumplir estos objetivos se fomentará la promiscuidad al par que, absurdamente, se intentará atajar sus efectos: el embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual.

Las clases de educación sexual se impartirán obligatoriamente en establecimientos públicos y privados, para los alumnos comprendidos entre el “Nivel Inicial hasta el Nivel Superior de Formación Docente y de Educación Técnica No Universitaria” (art.4º). Vale decir desde los 5 años. 

El Ministerio de Educación “definirá los lineamientos curriculares básicos” –en consulta con el Consejo Federal de Cultura y Educación- (art.6º) para eso convocará una comisión interdisciplinaria de especialistas en la temática que elaborará documentos orientadores y la propuesta de materiales (art.7º).

Cada jurisdicción educativa diseñará propuestas de enseñanza -con secuencias y pautas de abordaje pedagógico-, recomendará los materiales didácticos; supervisará y evaluará el desarrollo de las actividades obligatorias realizadas; implementará programas de capacitación de los educadores en el marco de la formación docente continua; e incluirá los contenidos y didáctica de la educación sexual integral en los programas de formación de educadores (art.8º). Y aunque la redacción refleja una preocupación por no mostrar una ingerencia abusiva en las provincias, sigue siendo dudoso el margen de acción que en la práctica le quedará a cada jurisdicción.

Avasallamiento de la patria potestad

Cada comunidad educativa podrá adaptar las propuestas “a su realidad socio cultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros” (art.5º). Si bien este artículo salva de alguna manera la autonomía de los establecimientos de gestión privada sigue conculcando los derechos de los padres ¿Qué pasará con las familias que no puedan pagar un colegio acorde a sus convicciones morales? ¿Qué harán los padres que no coincidan con la opinión mayoritaria de la comunidad educativa? ¿deberán someter sus derechos naturales al consenso? A los hijos no los engendra ni el estado, ni la escuela; luego, a ninguno de los dos le cabe arrogarse el derecho-deber de educarlos.

Recordemos, además, que este derecho natural de los padres está reconocido por la legislación vigente, entre otras, por la ley 23.849 –que tiene rango constitucional y que está mencionada expresamente en el artículo 2º de este proyecto-. La 23.849 dice: “las cuestiones vinculadas con la planificación familiar atañen a los padres de manera indelegable de acuerdo a los principios éticos y morales”. Pero violar la legislación vigente se ha convertido prácticamente en un deporte nacional, lo que es coherente con el positivismo jurídico imperante. 

La distorsión de los talleres para padres

El expediente de marras prevé la creación de talleres para padres en los ámbitos educativos (art.9º). Y aunque este punto pueda verse como positivo cabe aclarar que incluir los talleres para padres en un proyecto de educación sexual obligatorio desde los 5 años, es torcer el espíritu de la iniciativa y mofarse de la propuesta. 

Los proyectos que creaban talleres de educación sexual para padres habían sido presentados para que el estado, en su papel subsidiario, ayude a los padres a capacitarse para que puedan brindar ellos mismos educación sexual a sus hijos. Surgieron porque cada vez que alguien esgrimía que son los padres los que tienen el derecho-deber de instruir a sus hijos en esta materia, los abortistas contestaban: “los padres no están capacitados”. Era una iniciativa fundada en el orden natural que intentaba poner freno al avasallamiento de la patria potestad. Tal el espíritu que animaba las meritorias presentaciones hechas inicialmente por Juan Carlos Lynch en la Ciudad de Buenos Aires y Roberto Lix Klett en la Cámara de Diputados de la Nación. Pero la iniciativa fue prontamente bastardeada desde sectores abortistas que respondieron: “no hay problemas, le vamos a dar educación sexual a los chicos, a los padres, a los tíos y también a los abuelos si uds. lo desean”.

En síntesis: lo que inicialmente fue “ayudemos a los padres a cumplir su misión”, devino en “lavemos el cerebro de los padres para que no pongan resistencia cuando corrompamos a sus hijos”.

La educación sexual oficial

Concientes de que este análisis puede parecer riguroso frente a un proyecto redactado con términos ambiguos y hasta seductores, concluimos recordando algunos ejemplos de las políticas del Gobierno en la materia:  

* Se repartieron 300.000 preservativos en todo el país durante los festejos por el día del estudiante. El Ministro de Salud, personalmente, los entregó en los Bosques de Palermo (Radio Del Plata, 21/9/2004).

* El Obelisco amaneció enfundado en un gigantesco preservativo rosado por iniciativa del gobierno de la Ciudad de Buenos. El gobierno de Néstor Kirchner saludó la iniciativa de la alcaldía porteña. “Ginés González García. González García viene impulsando el reparto gratuito de profilácticos, inclusive en las escuelas secundarias” (AFP, 1/12/2005)

* El Ministerio de Salud y Ambiente lanzó una Campaña de prevención sexual para jóvenes en las ciudades de mayor concentración turística. Se instalaron "consejerías", que distribuyeron folletos sobre métodos anticonceptivos y entregaron gratuitamente el método anticonceptivo elegido. (Prensa Ministerio de Salud, enero/2006)

Finalmente recordemos que en el Plan Nacional Contra la Discriminación presentado el año pasado (Dec. 1086/2005) el Gobierno se comprometió a  Garantizar la educación sexual en las escuelas, a fin de que niños, niñas y adolescentes puedan adoptar decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia, gozar de un nivel adecuado de salud sexual, asegurar la procreación responsable y prevenir el embarazo adolescente” (pto. 164). ¿La educación sexual brindada por los colegios confesionales será discriminatoria? ¿los padres que eduquen en la castidad serán coactivos?. FIN

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NOTIVIDA, Año VI, nº 372, 3 de julio 2006

Editores: Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja y Lic. Mónica del Río

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