NOTIVIDA, Año I,
18 de mayo de 2001 MONS. LONA CRITICA PROYECTO DE ED. SEXUALEn el día de la fecha, MONS. JORGE L. LONA, Obispo Coadjutor de San Luis, hizo públicas sus consideraciones SOBRE EL PROYECTO DE LEY que establece la INCLUSIÓN EN LOS CONTENIDOS BASICOS EDUCATIVOS DE DIVERSOS NIVELES INFORMACION Y FORMACION SOBRE SEXUALIDAD Y REPRODUCCION HUMANA, que está en estudio del Senado de la Nación. Transcribimos a continuación el texto completo de la declaración: La verdadera Educación Sexual:
vencer la corrupción del egoísmo desde la juventud y la
familia El gran
enemigo de la Patria tiene nombre y está en boca de todos los argentinos. Es la
corrupción. Y esa corrupción nace siempre del egoísmo. El egoísmo del "primero
yo y los demás que revienten", el egoísmo que justifica todas las
deshonestidades, y también la gran estafa al pueblo. El egoísmo de la corrupción
tomada como modelo de vida, en que el egoísta se enriquece y se empobrece la
comunidad. Para
poder vencer a la corrupción, nunca hay que educar en el egoísmo. Hay que educar
en la solidaridad y en el amor, que jamás separan el propio bien del bien de los
demás. Hoy se
están tratando dos proyectos de ley que en su actual formulación, contribuirán
poderosamente a educar en el egoísmo a todo nuestro pueblo, y en particular a su
juventud. Aunque no sea ese el propósito de los legisladores, al optar por un
concepto reduccionista y ambiguo de la salud sexual y por consiguiente de la
educación sexual, harán posible esa consecuencia no deseada. El
concepto de salud sexual queda reducido a la prevención del embarazo y de las
enfermedades sexualmente transmitidas, sin la más mínima referencia a que el
sexo humano esté orientado a la formación de la familia
humana. La
verdadera salud sexual es el sexo humano elevado a amor humano, capaz de unir a
un varón y a una mujer de modo permanente y fiel, y así a ambos con sus hijos,
en la solidaridad feliz de una familia matrimonial, fuente y refugio de la vida.
De esa solidaridad profunda vienen todas las otras solidaridades sociales, y si
se pierde la solidaridad del sexo hecho familia, el ser humano queda desamparado
en la selva del egoísmo. En esa selva sufren hoy multitudes de niños, y
también de mujeres abandonadas en la pobreza, a cargo de sus hijos. (Y la
"solución" anticonceptiva -que no haya más niños ni más hijos- para que no
sufran, es simplemente la desaparición de la vida. Tiene la falsa sencillez de
las soluciones que ofrece la cultura de la muerte: aborto y anticoncepción –y
para que tampoco sufra los viejos, eutanasia). No es
salud sexual, en la vida del joven, un sexo reducido exclusivamente a excitarse
en búsqueda de un placer instantáneo y fugaz, como si el sexo no fuera más que
otro alcohol u otra droga, para acabar en la nada. La salud sexual no es usar al
otro como objeto placentero. No es la "transacción", el intercambio provisorio
de dos egoísmos. Eso no es salud sexual, ni sexo "responsable", aunque se estén
usando preservativos y anticonceptivos. La salud
sexual de la juventud, del sexo juvenil, es poder enamorarse. Es el encuentro de
dos personas, responsables y libres, capaces de admirarse y respetarse, de
valorarse y así, de enamorarse. Capaces entonces de fundar una comunión de amor
que construya la vida entera. Capaces de formar, y ser, una
familia. Sería un
trágico error que llegáramos a enseñarle por ley a nuestros jóvenes el sexo
egoísta, semilla mortal de la corrupción del egoísmo, bajo el engañoso nombre de
"salud sexual". Esa fórmula falsa nos viene desde afuera, como un producto más
del mercado cultural internacional. Juan
Pablo II ya lo había dicho con tremenda claridad en 1994, en una Carta a los
Jefes de Estado de todo el mundo, cuando en las Naciones Unidas se formuló el
proyecto en todo su alcance mundial: "Se trata de un proyecto en el que subyace
una concepción de la sexualidad totalmente individualista, en que el matrimonio
aparece como algo superado" y "deja la amarga impresión de pretender imponer un
estilo de vida típico de algunos sectores de las sociedades desarrolladas, ricas
materialmente y secularizadas". "La entrega desinteresada de sí, el control de
los instintos, el sentido de la responsabilidad, son consideradas nociones
pertenecientes a otra época". En la
Argentina, es el proyecto de los actuales poderes de la "globalización". Los
mismos centros de poder que nos condicionan a "pagar desorbitados intereses para
saldar la llamada deuda externa" (1), nos condicionan también con los
"disvalores que nos proponen desde afuera y conforman un marco cultural que
atenta contra la vida y la dignidad humana y, en muchos casos, adquiere
justificación legal" (2). El
pueblo argentino no votó esos disvalores. Por eso, creemos que corresponde proceder a una revisión
completa de los proyectos de ley de Salud sexual y Procreación Responsable, y de
Educación Sexual. Para
este último, pensamos que resultaría de gran interés tomar como ejemplo los
Objetivos Fundamentales de la Educación General Básica de Chile, definidos en
1996. Como logros a alcanzar en materia de Educación Sexual, se
propone: -Comprender y apreciar la importancia que tienen las
dimensiones afectivas y espirituales, y los principios y normas éticas y
sociales para un sano y equilibrado desarrollo sexual
personal. -Apreciar la importancia social, afectiva y
espiritual de la familia y de la institucionalidad
matrimonial. El
ejemplo chileno nos ayuda a comprender que ninguna fatalidad política obliga a
los países de Latinoamérica a renunciar a sus legítimos
valores. Aquellos
proyectos de ley, además tiene un sesgo antidemocrático. En el proyecto de Salud
Sexual, sólo en los institutos educativos de gestión privada se concede el
derecho a optar por una propuesta alternativa. ¿Por qué se niega esa opción en
los colegios de gestión estatal? En estos últimos, se concede a los padres el
derecho a oponerse a que sus hijos reciban Educación Sexual. Pero ese derecho
meramente negativo, debería reemplazarlo el derecho a optar por una propuesta
superadora del reduccionismo que prima en ambos proyectos de Ley. No dudamos de
que muchos padres preferirían eso, para el bien de sus
hijos. + JORGE LUIS
LONA Obispo Coadjutor de San Luis, Rep.
Arg., 18-05-01 (1) "Afrontar con grandeza la situación actual"
Episcopado Argentino, 11-11-2000 (2) "La buena noticia de la vida humana y el valor de
la sexualidad", Idem Editores:
Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja y Lic. Mónica del Río Página
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